Un niño pequeñito está a punto de recibir su broche de fieltro. Es tan personalizado, que representa su propio nombre: Ángel. Se ve muy simpático con esos carnosos mofletillos rosados y los ojillos móviles de bolita. Además luce una llamativa aura plateada sobre sus rubios cabellos como los de su propietario.
Lo práctico de este broche es que cuando se aburra de usarlo, puede usarse de decoración navideña. En tiempos de crisis hay que reciclar.
Por supuesto, si alguien está interesado en la versión rosita y de melena para nenas, no hay ningún problema. Lo haría con el mismo cariño y esmero que dediqué a este querubín.
Como en este caso el portador del broche será un pequeñin, el tamaño de la pieza se ha reducido a 7,5cm de altura. Tengo muchas ganas de ver cómo lo luce esa preciosidad de niñito. Espero que le encante.
Estupenda tu gran variedad de broches. Gracias por tu visita.
ResponderEliminarUn abrazo!
¡¡¡Precioso!!! Tienes unas manos únicas para dar expresividad a tus broches, me encantan los mofletes del angelito.
ResponderEliminarBesotes y feliz domingo!
Ja ja!! Pues mira que a mí hasta me parecen un poco exagerados los mofletes. Parece que vaya a rebentár.
EliminarLo simpático es que tiene pinta de estar rezando de verdad. Pero que conste: no mira al cielo buscando a Dios, ¡¡¡es que le hice la foto cabeza abajo, para que los ojillos cayeran hacia la frente!!!
Un abrazo y a descansar, que es domingo