Laura y Daniel se casaron ya el 3 de Septiembre del pasado año. Querían regalar algo original a los invitados del evento y contactaron conmigo. Deseaban que formaran parte de la fiesta sus adoradas perritas, una traviesa chihuahua y una encantadora bulldog francesa.
Ambas perritas fueron representadas con su mismo aspecto en fieltro a modo de broches. Los ojitos móviles aportan un toque gracioso, que con las cejas en postura triste de la pequeña chihuahua no podrían ser más tiernos.
Cada broche fue presentado en su correspondiente bolsita de organza blanca, con elegantes corazones en tono plata. Una tarjeta personalizada con los nombres de los novios y la fecha del evento recordará la ocasión en que se obtuvo este simpático detalle. Eso sí, con las caritas de las perras que tanto adoran.
¿No os gustaría recibir en una boda un detalle tan insesperado? Por supuesto gustaron muchísimo.
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