Aquí ando yo, a punto de entrar el verano, y sigo cosiendo Monigotas de otoño-invierno. La verdad es que son mis favoritas. Cuanta más ropa, más detalle se les puede dar.
En esta ocasión he dejado a un lado la imagen castiza y he representado una rubia de ojos azules más nórdica que mediterránea. Lleva un traje con chaqueta verde claro y solapas en verde oscuro, a juego con la falda cruzada. Por debajo lleva un jersey de cuello vuelto en color gris jaspeado. A los pies, unos botines bajos de color blanco decorados con un brillante verde esmeralda en forma de corazón. Una gargantilla plateada con una cuenta verde termina de enlucir su cuello. La frondosa cabellera rubia va cubierta con un gorro de lana en tonos verdes y tierras, complementado con una rosa de raso. Se ve muy dulce, ¿verdad?
